Los exámenes SAT y ACT son exámenes estandarizados, solicitados a los candidatos que deseen ser admitidos a programas de pregrado en muchas universidades de los Estados Unidos. Estos exámenes contienen 3 áreas principales: “Math, Reading, Writing & Language”.

El que un estudiante obtenga un puntaje sobresaliente en cualquiera de estos exámenes, es una excelente oportunidad para demostrar a las universidades que se tienen las habilidades cognitivas necesarias para ser admitido en ellas y se incrementa la probabilidad de ser aceptado.

Para lograr un buen puntaje en estos exámenes, se requiere de preparación anticipada (6 meses como mínimo es lo ideal) y entrenamiento con tutorías personalizadas, resolviendo exámenes con el mismo formato al que aplicarán. La práctica con exámenes similares es fundamental para lograr dominar cada área y sección de estas pruebas y contribuye a reducir el nivel de estrés.

Adicionalmente, se sugiere presentar 2 o más exámenes con la finalidad de contar con la oportunidad de mejorar el puntaje en caso de requerirse.


El prepararse con tiempo para los exámenes SAT, ACT o cualquier otro examen estandarizado: 

  • Da la oportunidad de conocer el examen, sus estrategias y atajos para resolverlo.
  • Da la oportunidad de repasar temas y reforzar los que no se tienen dominados.
  • Da la oportunidad de organizarse mejor para atender otros requisitos del proceso de admisión.
  • Ayuda a no sentirse tan presionado o estresado.

Es importante el mencionar que, en Estados Unidos, los estudiantes se empiezan a preparar para los exámenes SAT y/o ACT desde que los estudiantes cursan el 9no grado (3ro de secundaria), de tal forma que para el 11vo grado (5to semestre de Preparatoria) llevan más de dos años de preparación para este tipo de exámenes.

Enfatizamos que para lograr un buen puntaje en este tipo de exámenes, se requiere de varias horas de practica y empezar a hacerlo con bastante tiempo de anticipación.


La mayoría de las universidades mantienen las políticas “test optional”, lo que permite presentar las puntuaciones del SAT o ACT como opción, pero sin ser un requisito obligatorio. Sin embargo, una buena puntuación puede ser un factor diferenciador que fortalezca significativamente una solicitud de admisión, sobre todo para los estudiantes internacionales. Es importante destacar que algunas universidades, especialmente las más selectivas y ciertas instituciones públicas, planean volver a exigir los resultados del SAT o ACT a partir de este año 2025.

Tras la decisión de la Corte Suprema de 2023, que eliminó la consideración de raza o etnia en las solicitudes, las universidades están priorizando ensayos y cartas de recomendación que destaquen experiencias personales únicas. Este enfoque busca mantener la diversidad en el alumnado a través de una evaluación más detallada de las historias y perspectivas individuales de los candidatos.


En el proceso de admisión, el SAT (o el ACT como alternativa) sigue siendo relevante para los estudiantes internacionales. Un buen puntaje en estos exámenes fortalece significativamente su aplicación y da un parámetro a los oficiales de admisión a evaluar el rendimiento académico en un contexto internacional.